Nuestra Señora de los Dolores.

Cristóbal Ramos. S. XVIII.

Existe muy poca información sobre esta imagen, excepto de algunas publicaciones especializadas que la adscriben al círculo de producción de Cristóbal Ramos, por lo que su hechura se ubica en el último tercio del S. XVIII y su procedencia de la iglesia de san Antonio Abad de esta ciudad, una vez terminadas las tareas de construcción del nuevo templo parroquial en 1945, junto a un retablo obra de Juan de Astorga de la primera mitad del XIX donde actualmente se venera.

Se trata de una imagen de la virgen dolorosa de bulto redondo y tamaño natural arrodillada sobre un escabel de color oscuro, mirando al cielo y con las manos entrelazadas en actitud de súplica. Viste ropajes oscuros modelados con telas encoladas y policromadas. La expresión del rostro es implorante con la mirada elevada al cielo, expresión dolorida, pero sin estridencias siendo esta característica propia de la producción de Cristóbal Ramos que se inclina más por la serenidad que por el realismo. Las telas denotan cierto movimiento, que imprime verosimilitud, mientras que el rostro sigue el ideal femenino del artista, con cejas finas, nariz recta, boca pequeña y semiabierta y hoyuelo en la barbilla, siendo su cara y sus manos de terracota. Mide 140 cm de alto, 105 cm de ancho y 75 cm de profundidad.